Un artículo publicado en la hoja parroquial "Aleluya", que se
distribuye en la mayoría de las iglesias valencianas, asegura que "más
de una vez" las víctimas de malos tratos "provocan con su lengua" y
considera "peor" los abortos que la violencia contra las mujeres. El
Arzobispado de Valencia ya ha rechazado el artículo.
Este artículo está firmado por un colaborador, Gonzalo Gironés, un
catedrático de Teología jubilado, que añade que "el varón,
generalmente, no pierde los estribos por dominio, sino por debilidad,
no aguanta más y reacciona descargando su fuerza que aplasta a la
provocadora".
Este es el texto completo del artículo:
"Se quejaba una mujer en un periódico de la agresión
que sufre la mitad de los humanos, o sea las mujeres, por parte de la
otra mitad. Prueba de ello son las 63 mujeres muertas a manos de sus
parejas en España en el año 2005. Sin negar que ello sea verdad,
conviene hacer dos precisiones. Primera: nadie ha confesado qué
hicieron las víctimas, que más de una vez provocan con su lengua. (El
varón, generalmente, no pierde los estribos por dominio, sino por
debilidad: no aguanta más y reacciona descargando su fuerza que aplasta
a la provocadora). Queda además una 2ª observación: ¿No han tenido en
cuenta que hubo en España, durante el mismo periodo, 85.000 abortos
reconocidos? Por cada mujer muerta a manos de un hombre hubo 1.350
niños asesinados por voluntad de sus madres. Es peor"
La Red de Asociaciones Feministas
contra la Violencia de Género estudia hoy si inicia acciones legales
por supuesto delito de apología de la violencia de género contra el
autor del artículo publicado en una hoja parroquial valenciana, que
asegura que "más de una vez" las víctimas "provocan con su lengua" al
agresor.
La portavoz de la Red, Angeles Alvarez, recordó que
ya hay un precedente en un caso "muy similar", en referencia a la
sentencia que condenó al imán de Fuengirola, a
un año y tres meses de cárcel por incitar a la violencia de género a
través de un libro en el que se explicaba cómo pegar a una mujer sin
dejar marcas.
¿Dónde hay que firmar?
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