
El gobierno de EEUU condenó hoy como 'ofensivas' para el Islam
la publicación de caricaturas del profeta Mahoma en periódicos europeos, lo que
ha airado a la población de los países musulmanes. 'Esas caricaturas son verdaderamente
ofensivas para las creencias musulmanas', afirmó hoy Kurtis Cooper, un portavoz
del Departamento de Estado estadounidense.
'Reconocemos y respetamos la libertad de expresión y la libertad de
prensa, pero ambas deben combinarse con la responsabilidad de la prensa. No es
aceptable incitar de esta manera al odio étnico o religioso', señaló el
portavoz.
'Pedimos tolerancia y respeto a las
prácticas y las creencias religiosas de todas las comunidades', agregó
Cooper.
Los medios estadounidenses no han querido
reproducir las caricaturas que han suscitado las iras musulmanas. Por su parte el primer ministro danés, Anders Fogh Rasmussen, ha rechazado hoy pedir
disculpas en nombre de su Gobierno por la publicación de caricaturas de Mahoma
en el diario Jyllands-Posten el pasado 30 de septiembre. Los países
musulmanes habían exigido disculpas oficiales a los Gobiernos europeos cuyos
medios habían reproducido las viñetas para poner fin a las protestas que desde
hace días se suceden en el mundo islámico, que considera una ofensa reproducir a
su profeta al prohibirlo expresamente el Islam.
Rasmussen no ha querido dar su brazo a torcer y ha transmitido a los
embajadores extranjeros en Dinamarca la postura de su país en la crisis por las
caricaturas de Mahoma, al tiempo que les ha pedido colaboración para rebajar la
tensión. El jefe del Ejectivo danés ha insistido en su defensa de la libertad de
expresión, así como de la tolerancia y el respeto por todas las religiones. "El
Gobierno no controla a los medios de comunicación, son libres, por eso no puede
pedir perdón en su nombre. Tengo que recalcar que el Gobierno danés ha hecho las
declaraciones que podía hacer, ahora buscamos una solución por vías
diplomáticas", ha afirmado Rasmussen tras la reunión celebrada en el Ministerio
de Exteriores.
En la cita a puerta cerrada, el jefe de Gobierno danés, acompañado por su
ministro de Exteriores, ha explicado a los embajadores de los 71 países con
representación diplomática en Dinamarca los pasos que había dado el Ejecutivo.
Semanas después de la publicación de las caricaturas, embajadores de once países
islámicos solicitaron una entrevista con Rasmussen y le pidieron que actuara,
pero éste se negó a recibirlos apelando a la libertad de expresión, en un gesto
muy criticado por la comunidad musulmana y parte de la clase política
danesa.
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